Ya ha pasado un año desde que Slimbook OS vio la luz de manera definitiva. Cierto es que unos meses antes ya teníamos un piloto basado en GNOME Shell, pero queríamos ofrecer los dos grandes escritorios, y eso nos llevó un poco más de tiempo.
Meter dos escritorios distintos en una misma ISO sin que el tamaño fuera descomunal fue un reto. Usar KDE Neon para proveer el escritorio Plasma fue otro reto añadido. KDE Neon es un proyecto fantástico: ofrece al público un rolling release del escritorio Plasma montado sobre una Ubuntu LTS. Esto, para nosotros, es un blanco móvil: dos distribuciones en una misma imagen, donde una de las dos se actualiza con bastante frecuencia y, para colmo, nosotros aplicamos nuestro branding encima.
Fue un reto, pero que nadie se equivoque: estamos convencidos de que era la mejor opción. Actualmente, parece que ha habido muchos cambios en el equipo de KDE Neon, y aún no sabemos si volveremos a contar con este proyecto para cimentar la próxima Slimbook OS 26. De cualquier modo, queremos contar con Plasma.
¿Cuál es el sentido de crear esta distribución? Bueno, hay varios factores que motivan esto. El factor clave es tener nuestro software preinstalado, especialmente los drivers, pero también nuestros servicios y herramientas de configuración. Hemos modificado el instalador para que detecte el modelo en el que estamos instalando y seleccione los drivers estrictamente necesarios. Esto agiliza enormemente el proceso de instalación y nos olvidamos de añadir repositorios, firmas, instalar cabeceras, etc.
Tener nuestra propia distribución nos permite tener mejor control sobre el software ofertado. Obviamente, en la instalación base ya hemos seleccionado el software y las extensiones que ofrecían la experiencia que queríamos transmitir. Pero podemos ir más lejos: por ejemplo, teníamos claro que la experiencia de Firefox empaquetado de forma nativa es aún mejor que la versión de Snap. Slimbook OS bloquea la versión ofrecida por Ubuntu y, en su lugar, ofrece Firefox directamente desde el repositorio de Mozilla.
Aunque se ha avanzado mucho estos últimos años con las plataformas para ofrecer software, una distribución personalizada sigue siendo una herramienta muy poderosa para ofrecer un producto refinado al milímetro. Para los preocupados por la seguridad, Slimbook OS lleva activados los repositorios de Ubuntu, incluidos los de update y los de security, así que la seguridad no se ve comprometida con nosotros.
¿Qué podemos mejorar? Bueno, lo crean o no, ¡sabemos que la ISO aún se puede compactar más! Tenemos algunas ideas para recuperar algo de espacio mal optimizado y, quizás, emplearlo para llevar más software. Estamos valorando incluso que la instalación se haga por paquetes (como se hace en Debian) en vez de instalar por copia, como es común en las distribuciones basadas en Ubuntu. Esto, es cierto, haría la instalación algo más lenta, pero más personalizable.
Aún es un poco pronto para anunciar cómo va a ser la próxima Slimbook OS; tenemos mucho que analizar.
One Year of Slimbook OS